A mí también me gusta estar sola. Aislar por voluntad propia. Observar cómo se difuminan y entremezclan las luces. Tomar café en silencio. Sentirme ridícula enseñándole mi universo al mundo. Me gusta que gente que ni siquiera conozco me haga reír en menos de 140 caracteres, me dé los buenos días o consiga ponerme a mil. Que se ilumine el teléfono cuando más lo necesitas. Me gusta ponerme dramática mientras vuelvo a casa al salir de la oficina. Imaginar cómo sería mi vida cerca de personas que parecen solo existir en las fotos. Me gusta conectar sin tocarnos. Olvidarnos con tan solo desconectar.