Vengo a hablar de coletas. Tirantes o flojas. Secas o húmedas. Peinadas o por peinar. Altas o bajas. De gimnastas o de indignados. De ejecutivas o de presidentes del gobierno. No, espera. Eso no.
Vengo a hablar de lo de la coleta porque es horrible como la verdadera España supura por las rendijas de la supuesta modernidad. Vengo a hablar de la cola que trae lo de la coleta.
Este fin de semana estuve en el pueblo de mis abuelos y sin querer me vi en medio de un debate improvisado entre cuatro septuagenarios. Uno de ellos, con palillo en la boca, lanzó su piedra filosofal lapidando cualquier opinión de los allí presentes: «El guarro ese de la coleta, que debe lavarse como los gatos… qué sabrá él de política. Un señor hecho y derecho como Rajoy, que no nos dé sustos y que represente bien a España con lo que dice y lo que aparenta. España se merece un señor».
- El guarro de la coleta
- Se lava como los gatos
- Señor hecho y derecho como Rajoy
- Que no nos dé sustos
- Que represente bien a España
- Con lo que dice
- Con lo que aparenta
- Nos merecemos un señor
Siguió. Siguió. Siguió. Y siguió.
Lo peor (y lo que me asusta) de todo es que esto lo piensa gente que parece normal, pero no. Sé que no es un caso aislado diciendo una opinión personal. Me da un escalofrío cada vez que alguien empieza su discurso con «Es que el de la coleta», «el coletas», «el pelambreras ese». Guay si es de buen rollo pero intentar convencerme de cosas arrancando desde ahí, pues mira, no.
Yo me pregunto: ¿Y si Pablo Iglesias tuviese el careto de Pedro Sánchez y la planta de Albert Rivera? ¿Y si Pablo Iglesias tuviese el pelazo de Ashton Kutcher y la sonrisa de Brad Pitt? ¿Y si Pablo Iglesias te penetrase con la mirada como Miguel Bosé? ¿Y si Pablo Iglesias tuviera el nivel de atractivo Andrés Velencoso? En definitiva, ¿qué pasaría si Pablo Iglesias fuese otro? O mejor, ¿qué pasaría si no llevase coleta?
Pasaría que le sacarían otros cuatrillones de defectos y trapos sucios pero nadie le tiraría de la coleta. Y eso es lo que me jode. De todos en especial y de nadie en concreto. Somos una sociedad de mierda en la que sin ser noruegos con una follabilidad apabullante exigimos una estética, no sólo aceptable sino obligatoria. Una estética que huele a departamento de pequeños electrodomésticos de El Corte Inglés. Nos tenemos que disfrazar de una persona que no somos para las entrevistas de trabajo, nos tenemos que tapar tatuajes, nos compramos ropa gris para ir a la oficina, zapatos feos, camisas de rayas y bragas color carne. Nos tenemos que cortar la coleta.
Porque los que van en traje son más serios, más profesionales, más de todo. Porque los clones azulesoscuroscasinegros que cruzan por la Castellana son mucho mejor que cualquiera de la otras posibles opciones. España es así. Juzganta por parte de madre y gilipollas por parte de padre.
Mientras tanto, seguiré preguntándome qué pasaría si Pablo Iglesias se cortase la coleta. Qué pasaría si no viésemos el aspecto de los candidatos y solo escuchásemos lo que dicen. Qué pasaría si solo juzgásemos el fondo y no la forma. ¿Qué pasaría si tuviésemos un Presidente del Gobierno con coleta y camisas del Lefties? ¿Qué pasaría si fuésemos menos idiotas en general y más sensatos en particular?
Me da igual que votéis a Podemos, PP, PSOE o Vox. Yo solo venía a hablar de lo de la coleta. Y de qué pasaría si pasasen cosas…
¡Suéltate el pelo!